Aproximación estructuralista a la ideología del miedo: El terrorismo
Althusser, el pensador marxista de la segunda mitad del siglo XX, buscó desarrollar a través de sus escritos lo que el creyó Marx se limitó a mencionar. Quiso crear una filosofía del Marxismo, entendiendo que la labor de los pensadores marxistas era la de extender el análisis o “ciencia” expuesta en el materialismo histórico hacia los campos del saber.
Fue un fiel defensor del carácter científico, anti humanista, no historicista ni economicista del marxismo. Además, fue catalogado por la crítica como un exponente del “estructuralismo”, pues fiel a su convicción metodológica (el materialismo histórico, la teoría de la historia, “ciencia de las ciencias”) veía que el hombre esta “definido por un modo de producción, una estructura social que le brinda una forma de subsistencia definida”. La tarea de la ideología en Althusser será entonces la de operativizar o vincular un sentido subjetivo e imaginario de vida a las condiciones de existencia reales de los individuos. Por ejemplo, la utopía democrática sintetizada en el voto para la representatividad…hecho que no será parte de este análisis.
Desde el 11 de septiembre de 2001, la maquinaria mediática se ha encargado de propagar a través del mundo la “ideología del temor”, emanada del pentágono
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Althusser ha propuesto tres preceptos de la “metodología estructuralista”, para el estudio del papel de la ideología en el Estado. Estos son: “que cada ideología sea considerada como un todo real; que este todo mantenga relación con el campo ideológico existente, los problemas y las estructuras sociales que le rodean; y que el motor movilizador de la ideología reside en el más allá de la ideología singular”. Es la intención de este ensayo adaptar la llamada “Ideología del miedo” a los preceptos metodológicos del estructuralismo propuestos por nuestro autor, visto en este caso desde el papel internacional de tal ideología más allá del análisis singular de un Estado.
Empecemos entonces con el supuesto estructuralista que sugiere “cada ideología (debe ser) sea considerada como un todo real, unificado interiormente por su problemática propia y en tal forma que no se pueda sacar un elemento sin alterar el sentido”. Para ello haremos una caracterización bastante elemental de los elementos que componen el terrorismo. Más bien, nos enfocaremos en la binaria relación que Washington nos sugiere: El bien y el mal; Nosotros y ellos; Occidente y oriente. Es decir, en este sentido, la problemática de la ideología del terror nos sugiere la necesidad intrínseca que tiene Washington de ubicar un enemigo mundial para justificar su postura guerrerista.
Para ello, agotado el comunismo, se vale del islamismo extremo, la religión de terror, del Yihad. Mientras ellos son los incivilizados, los bélicos y guerreros que fundamentados en su religión promueven el odio hacia occidente (por nuestro “carácter democrático”, reivindicación a los derechos de la mujer, y “libertad comercial”- escuchemos a la señora Palin para darnos una idea), nosotros, occidente, victimizados y justificados en nuestra bondad democrática y nuestro irrestricta voluntad de mundializar la democracia liberal, pero sobre todo victimas del ataque del terror; invadiremos los pueblos bárbaros en busca de los lideres terroristas para librar nuestro mundo del ataque terrorista. La contraparte, verá que occidente, fundamentado en un ataque al WTC inventado, tiene como objetivo destrozar la religión islámica, por lo que la desconfianza y el afianzamiento de la frontera ideológica – y hasta racial- se consolidan. La relación binaria e intrínseca de esta problemática por tanto quedaría establecida. La expresión de la ideología singular es evidente.
El segundo principio postula “Que el sentido de este todo depende de su relación con un campo ideológico existente y con los problemas y las estructuras sociales que le sirven de base y se reflejan en él”. Debe entonces, ubicar la “estructura latente”, la ideología intrínseca en el tema. El todo quiere ser disfrazado con la argumentación referida en el primer precepto, “la democracia contra la dictadura, los derechos humanos contra el islam, la seguridad mundial contra el terrorismo”. Si bien existe una facción que atenta –de manera por demás misteriosa – contra puntos simbólicos del mundo occidental, catastróficamente en algunos casos, jamás se comprobó la relación existente entre el terrorismo y el ahora fallecido Saddam Hussein, ni el triangulo dibujado desde el pentágono entre Irak, Al -kaeda y terrorismo nuclear. Sin embargo, la retorica emanada desde los EEUU, la ideología propia del mundo occidental atacado y victimizado, llevada al mundo por Bush, sirvió como excusa para invadir uno de los países con mayores reservas petrolíferas en la tierra. He ahí nuestra ubicación hacia el precepto de la estructura social latente en tal ideología, misma que se hizo obvia al mundo desde hace ya un par de años.
El último principio, una consecuencia del segundo, propone “que el principio motor del desarrollo de una ideología singular no reside, por lo tanto, en el seno de la ideología misma, sino en el más-allá de la ideología singular”. La ideología general. Nos lleva entonces al neo conservadurismo representado por el gobierno Bush en el seno del estado hasta hoy hegemón del mundo. Este neo conservadurismo, extremadamente bélico, petrolero, de fuertes alianzas con el gran capital militar y armamentista de los EEUU, en búsqueda de reservas energéticas por el mundo, fiel aliado del sionismo israelí, y ejemplar autentico del neoliberalismo mundial –hoy abatido, pero no derrotado- es entonces para nosotros, la ideología “más-allá” de la ideología singular.
Acoplados los preceptos de la metodología Althusseriana del “estructuralismo” en la ideología, podemos vislumbrar como la maquinaria mediática movilizada por el gobierno de los Estados Unidos ha podido justificar ideológicamente, al menos durante un par de años, una invasión injustificada hacia el Irak, el genocidio, y el asesinato de un presidente legítimo, a través del discurso sentimentalista propagado por medio del cuarto poder del Estado, y tal ves principal Aparato Ideológico del mismo, los medios de comunicación.
Cabe resaltar que con cada ataque terrorista, el gobierno Yankee se permitió fortalecer el control militar en el
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Al parecer, fue demasiado “atol con el dedo” para la población de los EE UU.